CARTA A BACHELET

 

Carta a Michelle Bachelet

 

Querida Michelle:

 

Yo no pude votar por tí. Desde la destrucción del antiguo Registro Electoral en Santiago, no he podido volver a inscribirme. Por eso voto de otro modo.

 

El día de la elección subí a la cordillera e hice un gran Quipu Menstrual a 2000 metros de altura, en un cerro frente al Plomo. Un quipu dedicado a tí, a tu triunfo, para que tú y las mujeres recordáramos la conexión entre la sangre y el agua.

 

Soñe que tú serías la conciencia de esa relación.

 

Bajé del cerro y ví el primer camión lleno de banderas, con gente gritando“Michelle!!!!” supe que habías ganado, y el quipu en el cerro también lo supo. Prendí la televisión, y ahí estabas tú, frente a todos, diciendo que tu gobierno iba a ser el gobierno del “escuchar.” Mi sangre te oyó, y la sangre de todos te oyó.

 

La tierra y los glaciares también te oyeron.

 

Quería agradecerte ese instante en el que todos juntos tocamos el corazón de la tierra porque tú lo estabas haciendo al hablar desde el amor.

 

Ahora estoy leyendo la historia de Pascua-Lama y los acuerdos que Chile firmó antes de tí, autorizando la destrucción de los glaciares y comprendo con la sangre que al poner mi voto en la cordillera y no en las urnas yo estaba soñando revertir el orden del mundo.

 

Soñando que tu nuevo gobierno y tu comisión del medio ambiente defenderían el agua y el bienestar de la gente y no a las compañías mineras.

 

¿Quién puede creer que una compañía minera extranjera cuidará nuestra agua?

 

Un antiguo mito altoandino dice que mientras los camélidos estén pastando en los manantiales al borde de los glaciares habrá riqueza y fecundidad, bienestar para toda la comunidad. Ellos son los guardianes del ciclo del agua en su viaje de la nube al mar.

 

El agua es el oro del siglo XXI.

 

La vida es el agua, y el agua es la memoria.

Por el agua vivieron y murieron nuestros ancestros. Por el agua vivirán los que vienen.

Pero si el cianuro permea los valles, el aire y el agua, esa será la memoria que perdurará.

 

Durante siglos cada mujer que se ha atrevido a oir y hablar desde el amor ha sido perseguida. Durante siglos hemos callado frente al abuso para sobrevivir, y sin embargo tú estás ahí! ¿Quién oirá, si no el dolor de los que perderán la tierra y el agua?

 

Michelle, escucha tu corazón, para eso fuiste elegida, para que tu voz oyera a la gente de la tierra.  A los presos y ofendidos, a los que sufrieron como tú.

 

La vida de cada uno de esos pastores y campesinos, la herencia cultural y el bienestar de esos valles, la vida y el agua, son más preciosos que los billones de dólares que Barrick Gold promete pagarle a Chile por extraer el oro y destruir los glaciares.

 

Esa noche del 15 de enero lo sabías, y todos lo sabíamos contigo, otra posibilidad, otra matriz estaba naciendo. La voz del oir. La tierra y todos nosotros te estamos oyendo. Estamos contigo en el oir.

 

Michelle, extiende tu voz hasta los glaciares!

 

Tú tienes la posibilidad de volver a conectar la sangre y el agua. Una oportunidad única en la historia de Chile: liberarnos para siempre de la verguenza colonial!

 

 

 

Cecilia Vicuña

Nueva York,  20 de Mayo 2006

Links sobre Pascua Lama

Link 1

Link 2

Link 3

 

 

 

Water for Millions at Risk

as Glaciers Melt Away

 

Do Glaciers Listen?

 

Adenda: Michelle Bachelet no escuchó el llamado y aprobó la destrucción de los glaciares por el proyecto minero Pascua Lama. La disputa por los derechos ambientales del pueblo chlleno continua.

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